3.5/5

EE.UU., 2016, 96 min.
Título original: Cafe Society.
Dirección: Woody Allen.
Guion: Woody Allen.
Elenco: Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Steve Carell, Blake Lively, Parker Posey, Corey Stoll, Jeannie Berlin, Ken Stott, Anna Camp.

Una trama de sueños, amor y desengaño, inmersa en los años dorados del cine: la década del ‘30. Una época en la que el mundo se caía a pedazos, pero que tenía a la industria cinematográfica estancada en la gloriosa década anterior. Es en este contexto que Bobby Dorfman (Jesse Eisenberg), un joven de familia humilde, decide ir a probar suerte a Hollywood con un contacto seguro, Phill (Steve Carell), el hermano de su madre, que triunfaba en la industria como uno de los más prestigiosos productores de EE.UU.

Al principio las cosas no se dan fáciles para Bobby, hasta que gracias a su tío conoce a Vonnie (Kristen Stewart) y se enamora perdidamente de ella, logrando encontrar en su amor la motivación para seguir avanzando en el difícil mundo del espectáculo, pero un detalle frustra su plenitud: Vonnie tiene novio. En ese momento se desencadena una “comedia sádica”, tal cómo la describe Bobby en uno de los diálogos, asumiendo su destino sin cerrarle la puerta al pasado.

En un 2016 no muy positivo para Woody Allen, por la pésima crítica a su primera incursión televisiva junto a Amazon Studios, ‘Crisis in Six Scenes’, una historia situada en los años sesenta, que defraudó por su baja calidad argumentativa, pareciendo más una película larga que una serie, en una época donde el formato tiene cada vez más exigencias por parte del espectador. Es en este marco que llega ‘Cafe Society’, otro nostálgico viaje en el tiempo de Allen, cuyo nombre  referencia a la sociedad artística de la época de los ‘30, transformándose así en una descripción cruda pero idealizada de aquellos años, mostrando una trama similar a un culebrón venezolano, mezclándolo con asesinatos cómicos e historias de mafiosos.

Una adaptación meritoria, ya que logra un ritmo atractivo con la clásica narración de Woody Allen, una práctica regular tan odiada por algunos como amada por otros, y que se ve complementada por la excelente fotografía de Vitorio Storaro (‘Apocalypsis Now’) y una banda sonora que no sale de los primeros años del Jazz, dándole un ambiente vertiginoso y dinámico.

En este film, Jesse Eisenberg tiene la curiosa misión de ser Woody Allen, el mismo de Annie Hall’ o de ‘Manhathan’, teniendo la gestualidad característica del inocente/rebelde que arrastra consigo una soberbia lúdica y la manía de meterse la mano izquierda al bolsillo, rol que logra adaptar acertadamente, quizás debido a que no es la primera vez que trabaja con el director, recordando su participación en ‘De Roma con Amor’ (2012).

Por su parte, Steve Carell le da un toque de comedia que logra sólo con su rostro, dándole liviandad a varias escenas que pudieron ser verdaderamente trágicas, mientras que Kristen Stewart, que se repite como pareja de Eisenberg como en American Ultra’ o ‘Adventureland’, encanta con esa belleza y gestos no cursimente femeninos que intrigan y enamoran a cualquiera.

Aprovechando la nula tecnología comunicacional de la época, logra generar un entramado lleno de desengaños que no necesitan de mucho resguardo para llevarse acabo. En una época donde el mundo vivía una de las depresiones económicas más grandes de la historia, la industria del cine vivía como en los mejores años y esta película sitúa la trama en esa variopinta realidad, donde, por un lado, se ven a estrellas de Hollywood acaudaladas con agendas copadas por almuerzos, reuniones y estrenos de películas, mientras que por el otro, la clase media baja vive una realidad distinta, que aunque no se presenta de manera tan cruda en el film, se entiende que se contrapone a los lujos y excentricidades vistas en la capital de la industria del cine. 

Con actuaciones correctas, pero con personajes que no requieren de mucho esfuerzo para ser interpretados, Woody Allen y su destacado elenco logran sumergir al espectador en la trama; que con un final abierto, inesperado y desesperanzador, envuelven una película que tiene un leve retorno al Allen de los ‘70 y que sin duda entretiene de principio a fin.

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