3.5/5

EE.UU., 2021, 132 min.
Título original: The Suicide Squad.
Dirección: James Gunn.
Guion: James Gunn. Cómic: John Ostrander.
Elenco: Idris Elba, Margot Robbie, Joel Kinnaman, Viola Davis, Daniela Melchior, David Dastmalchian, John Cena, Alice Braga, Peter Capaldi, Jai Courtney.

Tras haber sido despedido de Walt Disney Studios por antiguos comentarios en twitter y dejando a ‘Guardians of the Galaxy Vol.3’ (2023) sin director, Warner Bros. Pictures, su competidor oficial, no dudó ni un segundo en recuperar el talento del productor, director y guionista de Marvel Studios James Gunn y reclutarlo para dirigir la segunda cinta sobre los villanos de DC Comics, después de desechar nombres como Mel Gibson, Gavin O’Connor o el chileno sueco Daniel Espinosa.

En una suerte de reinicio de la historia luego de las desastrosas críticas recibidas por Suicide Squad’ (2016) de David Ayer, Amanda Waller (Viola Davis) vuelve a reunir a un grupo especial de criminales, esta vez para llevar a cabo una misión en la Isla Corto Maltés, frente a la costa Argentina, para destruir un laboratorio de experimentos secretos. Esta vez, Bloodsport (Idris Elba), Peacemaker (John Cena), Polka-Dot Man (David Dastmalchian), Ratcatcher 2 (Daniela Melchior) y King Shark (Sylvester Stallone) se unen a Harley Quinn (Margot Robbie) y al Coronel Rick Flag (Joel Kinnaman) para hacerle frente a Starro, una amenaza extraterrestre.

Es indudable la libertad que Warner le otorgó a Gunn, tanto para dirigir como para escribir esta nueva versión del Escuadrón Suicida, basada en la versión gráfica de John Ostrander de la década de los 80, y es que desde su primera escena somos testigos de la ausencia de límites en términos de diseño, efectos visuales, presupuesto y censura. Así como la cinta de 2016 no supo qué hacer con tantos personajes en pantalla y resolvió con una historia plana, previsible y hasta carente de lógica, ahora estamos frente, primero, a un relato que da valor a cada uno de sus personajes, todos construidos en distintos niveles de acción, humor y peso dramático; a un guion que es capaz de lograr empatía entre el espectador y unos asesinos sanguinarios, otorgándoles una justa dimensión de humanidad; y finalmente a un nivel de producción que logra sumar todos sus elementos técnicos para obtener una pirotecnia audiovisual a la altura de uno de los cómics más exitosos de DC.

Gracias a esto, ‘El Escuadrón Suicida’ (título ahora precedido de un artículo) consigue ser todo lo irreverente, impredecible, sangrienta y divertida que no fue la cinta de 2016 donde esa forzada oscuridad ahora es reemplazada por una estética llena de colores y animaciones digitales, y el término “comedia de acción” cobra sentido en el momento en que la cinta decide no tomarse en serio a sí misma y ser lo suficientemente divertida como gore (sí, gore) a la hora de presentar sus inagotables secuencias de muerte y destrucción, al ritmo de clásicos como “People Who Died” de The Jim Carroll Band o “Just a Gigolo” de Louis Prima. Incluso, Gunn se da espacio para incluir una serie de referencias a algunos clásicos del cine y simbolismos a conceptos que son transversales a lo largo de toda la película, como la libertad, el miedo, la redención y el nacionalismo.

Por otra parte, el elenco es todo un acierto, con actores incorporados que aseguran calidad interpretativa como Idris Elba (‘Beast of No Nation’) y David Dastmalchian (‘Ant-Man’), quienes se unen a Viola Davis y Margot Robbie, ambas sólidas también en la cinta predecesora, sumados a las sorpresas de la portuguesa Daniela Melchior (‘The Black Book’) y al luchador de la WWE John Cena (‘Fast & Furious 9’), todos personajes carismáticos, con tiempo efectivo en pantalla y, lo más importante, aportando contenido con su presencia y sin nadie que sobre. Incluso la incorporación de personajes parcialmente diseñados por CGI como King Shark y Weasel encantan por su gracia, y hasta Starro, el enemigo de turno, todo lo que tiene de fantástico también lo tiene de efectivo.

Cabe destacar que, aparte de todos los personajes ya mencionados, hacen aparición, ya sea como secundarios o mediante simples cameos, una infinidad de otros supervillanos que también forman parte de los cómics, por lo que los easter eggs y el fan service también están asegurados, con una gran galería de personajes que da para una infinidad de cintas y continuaciones.

Sin duda, estamos frente a una de las mejores películas del Universo Cinematográfico de DC Comics, que lejos de la perfección, resulta adictiva desde lo visual, muy entretenida, con personajes entrañables tan brutales como encantadores, que ya tiene un spin-off de Peacemaker en camino para HBO Max, y que justifica completamente una posible secuela.

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